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martes, 6 de noviembre de 2012

El bosque de los corazones dormidos:

Esther Sanz (Barcelona, 1974) es licenciada en Periodismo. Ha trabajado en revistas femeninas y en la actualidad ejerce de editora de libros prácticos. Lectora apasionada de novelas románticas en su adolescencia, siempre soñó con ser escritora. Tras publicar "Vive rápido, siente despacio" y"Los siete soles de la felicidad", su nueva aventura literaria es "El bosque de los corazones dormidos", un thriller romántico absorbente e inolvidable llamado a convertirse en un Best-seller. 







Tras la muerte de su abuela, Clara se ve obligada a dejar Barcelona para trasladarse a Colmenar, un pequeño pueblo de montaña donde reside el único familiar que le queda con vida. Apenas se conocen, pero tendrán que convivir un año entero, hasta que Clara cumpla los dieciocho.

Lejos de su casa y de su mundo, Clara deberá enfrentarse a sí misma y a sus propios fantasmas, y mientras desentierra viejos secretos familiares, dos chicos totalmente diferentes, Braulio y Bosco, despertarán la magia de su corazón dormido... con consecuencias imprevisibles.


  Lo último que desea una chica de ciudad como Clara es salir de Barcelona para ir a Colmenar, un pueblecillo de Soria. Pero no le queda otra opción: poco más de un mes después de la muerte de su madre, Clara pierde a su abuela. Destrozada, no le queda más remedio que acudir con el último familiar que le queda en el mundo: su arisco tío Álvaro.

   Acostumbrada a las facilidades y ambiente de la ciudad, Clara estudia a distancia e intenta acomodarse lo mejor posible a su nuevo hogar. Así que, ¿qué mejor manera de acostumbrarse a vivir entre árboles que vivir literalmente entre ellos? Aunque su tío intenta que Clara no se quede sola en el bosque, ésta se empeña en habitar la Dehesa: una casa vacía en medio del bosque que, por herencia, le pertenece.
 Pero asustada por la oscuridad y soledad de la casa, Clara debe hacer frente a su nueva vida. El hecho de que sucesos extraños comiencen a tener lugar no ayuda mucho: una misteriosa flor violeta en su cama, una cesta perdida en el bosque que vuelve sola a casa... Todo apunta a que las leyendas que ha oído son ciertas y un ermitaño la acecha... ¿o tal vez es un fantasma?

   En una de sus visitas al pueblo conoce a un chico aparentemente atento y maravilloso llamado Braulio, el cual se ofrece voluntario para prestarle Internet y ayudarla en todo lo que necesite. Digo "aparentemente" porque tanto atendimiento a un desconocido tiene que ir ligado a una doble intención.

   Al mismo tiempo, Clara se topa con una chica llamada Berta a la que casi atropella con su bici. De aspecto tentador y comportamiento campestre, Berta resulta estar implicada en la leyenda del ermitaño del bosque.


   La curiosidad puede con su miedo, así que Clara decide adentrarse en el bosque mientras recolecta frutos para su tío y descubre a un hermoso muchacho bañándose en el río.

   Esto solo es el principio de un importante secreto, el cual lleva escondido cientos de años para alejarlo de ambiciosos de poder: el secreto de la eterna juventud. 


   No sé por dónde empezar a deciros mi opinión sobre este libro, y es que me ha encantado. Esperaba encontrarme con el típico triángulo amoroso formado por una chica mona que no sabe que lo es -ya que nunca se lo ha dicho nadie- y dos chicos guapos, distintos y maravillosos que se enamoran perdidamente de ella. Error. Braulio dista de ser maravilloso y desconcierta a cualquiera con su comportamiento digno de un obseso trastornado mental. Y Bosco -Oh, Bosco- ese sí que es un ser maravilloso: qué cuerpo, qué sonrisa, qué todo... ¡Y encima es inteligente, el muchacho! Nada de pedazos de carne sin cerebro.


   En un principio la autora me deja bastante confusa: ¿será un monstruo lo que acecha a Clara? ¿un fantasma? ¿un ángel ¿un vampiro? Y es que si nos acostumbramos a las novelas paranormales con esa serie de criaturas, pues oye. 

   El personaje de Berta me ha encantado. El misterio y secretismo que envuelve la historia es atrayente. El libro se lee en un suspiro, cuando te das cuenta ya estás terminándolo. Además, la historia de la madre de Clara, su tío y su verdadera identidad... No sé, es que me ha gustado todo. 

    No pienso que Clara sea la típica protagonista adolescente e inmadura de muchos otros libros, sino todo lo contrario. La veo muy dispuesta, valiente y atrevida, aunque esté acostumbrada a la soledad. 

   El tema de la eterna juventud, su relación con las abejas y sus propiedades y el aire científico que adquiere la situación es más que interesante, y como a mí me encantan esos temas -la cosmética y eso-... genial.

   La escritura de la autora me ha parecido estupenda, ligera, fresca y sin ninguna palabra demasiado culta o empalagosa pero sin utilizar un lenguaje llano y simple.

   Otra cosa que veo obligado mencionar es el tema del sexo. Sí, el sexo. Ese tema que en la mayoría de los libros se queda en una simple frase del estilo de "Y entonces, lo hicimos". Muy bien: si un personaje lleva un vestido violeta liso te describen hasta la cremallera lateral, pero si se van a acostar no cuentan nada. ¿Por qué? No estoy diciendo que pongas todos los detalles como si de una novela erótica se tratase, pero creo que algunos autores deben de imitar a Esther en esa naturalidad que tiene al escribir de todos los temas, incluído este.


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